Centenares de jóvenes salieron a las calles de la capital de Mauritania este lunes para protestar y pedir la renuncia del primer ministro y el aumento del salario mínimo hasta los 73.000 Ouguiyas (269 euros). Después de que el Ministerio del Interior llamara a los jóvenes del movimiento 25 de febrero y estos aceptaran en primera instancia, las negociaciones parecen haberse quebrado y han vuelto a las calles.
Cientos de ciudadanos se manifestaron este lunes en la capital de Mauritania, Nouakchott, exigiendo lo que se viene pidiendo en las proclamas sociales que se han producido en los últimos meses en el Magreb: reformas políticas y mejoras sociales para la ciudadanía.
La primera manifestación se produjo el 25 de abril, fecha que da nombre al movimiento que a través de las redes sociales sigue ampliándose y sentando las bases de protestas cada vez más numerosas.
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